Hoy quiero saludar a aquellos a los que rara vez saludan.
Hoy quiero hablar a los que nunca le hablan.
Hoy quiero atender a aquellos a los que nunca atienden.
Hoy quiero reconocer a esos a los que nunca reconocen.
A la gordita, que le han dicho “fea” durante toda su vida,
Y sin embargo, tratando de que él la vea, nunca se come completa la comida.
Al estudiante que le han dicho “tonto” desde que empezó primer grado,
Y, sin embargo, invierte tiempo sin importar el monto, para al menos, no salir reprobado.
Al que nunca va a ganar un premio de nada, pues en nada muestra habilidades extraordinarias
y tiene que dar una gran luchada para conseguir las cosas más ordinarias.
Esto es para para el que trabaja diariamente, vendiendo naranjas o barriendo, sin avergonzarse,
y hace dos tiempos de comida generalmente, para que sus hijos coman tres y puedan educarse.
Y esto también es para el empresario, que ha dejado su salud en hacer crecer su empresa,
solo para que después lo acusen de dinosaurio, capitalista desalmado, explotador, ave de presa
Esto es para todo el que alguna vez ha hecho el esfuerzo de lograr algo y lo ha logrado,
pero además esto también es para el que se esfuerza sin haber aún ganado.
Esto es tanto para el que sigue soñando con un mundo mejor, de una mejor calidad,
así como para el que ya no puede seguir luchando y ha decidido rendirse y aceptar la “realidad”.
En otras palabras, esto es un reconocimiento para usted y para mí, los de arriba y los de abajo, para hombres y mujeres que, desde el nacimiento, movemos el mundo con nuestro trabajo.
Gracias por sus esfuerzos, gracias por sus sueños. Felicidades por sus logros y por sus aspiraciones.
Por todos sus logros, aun esos que el mundo ve pequeños. Ustedes son héroes, así, sin más consideraciones.
Con todo mi respeto y sentimiento, les presento mi más grande admiración.
Ser parte de esta humanidad en crecimiento es sin duda un honor, y una gran satisfacción.